sábado, 20 de marzo de 2010
El elfo se puso a pensar...
Entonces el elfo se puso a pensar. Para ello se sentó en el umbral de una puerta, apoyó los codos
en las rodillas levantadas y se metió en la boca el pulgar de la mano derecha, que era la que tenía
encima de las dos manos que estaban cruzadas.
De El elfo y la princesa. Fernando Pessoa, Gadir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario